Edades y etapas del desarrollo
Esta entrada nace de la necesidad que
el equipo de profesores y profesoras que coordino me ha hecho llegar. A
menudo, en las academias de idiomas y otros tipos de centros de educación no
formal educadores y educadoras han de trabajar con un rango variado de edades sin
contar, en la mayoría de casos, con los conocimientos propios de cada una de
las edades con las que están trabajando, lo cual dificulta su tarea, así como
el desarrollo de niños/as y adolescentes.
Por esta razón, se me ocurrió
escribir una entrada donde, de forma muy general, se dé una visión global de
cada una de las etapas del desarrollo de nuestros/as niños/as y, por tanto, de
qué es lo que necesitan por parte de la persona adulta que les acompaña, ya sea
su madre, su padre, su maestra o maestro, su monitor o monitora de comedor o su
niñera o niñero. No olvidemos que absolutamente todas las personas que tenemos
contacto con la infancia tenemos una responsabilidad y que hemos de tenerla
presente en todo momento.
¿Cómo son los niños/as y adolescentes
según la etapa en la que se encuentren? Que nos lo cuenten ellos/as:
Del año al año y medio (12-18 meses)
Cómo soy: me gusta comer con cuchara, incluso
si lo derramo todo. Y no te preocupes que lo derramaré y derramaré una y
otra vez. Voy a explorarlo todo, tanto lo que está en lo alto como en lo bajo,
así que por favor mantenme a salvo. Puede que tenga rabietas porque no
tengo otra forma de expresar mis sentimientos o frustraciones. A veces
tengo miedo y me agarro fuerte a ti. Me gustan las rutinas: canciones, cuentos,
hora del baño… Me gustan las pelotas, los bloques, sacar juguetes, tirar
juguetes, separar juguetes, armar juguetes y también los abrazos y mimos. A
veces digo "no" y lo digo en serio.
Empiezo a poder caminar solo o sola,
aunque todavía me caigo mucho. Puedo saltar. Digo muchas palabras, especialmente
la palabra "mío”… ¡porque todo es mío! Si lo quiero, es mío. Si
te lo doy y luego cambio de opinión, es mío. Si te lo quito, es mío. Si
es mío, nunca será de nadie más, pase lo que pase. Si estamos construyendo
algo juntos, todas las piezas son mías. Si se parece al mío, es mío. ¿Te
ha quedado claro? ¡Es mío!
También me gusta cuando jugamos al
aire libre o vamos al parque. Me gusta estar con otros niños y niñas. Intento
quitarme los zapatos y los calcetines. Me gusta construir con bloques.
Qué necesito: déjame tocar cosas. Déjame probar
cosas nuevas con tu ayuda cuando la necesite. Necesito límites firmes y consistentes.
Por favor, no te olvides de felicitarme. Cuanto más hables conmigo, antes te
diré cómo me siento y qué necesito. Necesito que me observes y entiendas
por qué estoy enfadado o enfadada. Necesito tu comprensión y paciencia. Quiero
tener una rutina, me da seguridad. Necesito que no te importe el desastre
que a veces dejo después de haber jugado. También necesito que me digas “lo
siento” si cometiste un error o te equivocaste. Y, por favor, ¡léeme cuentos
una y otra vez! ¡No dejes de leerme cuentos!
Año y medio – dos años
Cómo
soy: empiezo a
definirme a mí mismo/a. Mi capacidad para centrar la atención todavía es
limitada. Si me has ayudado, poco a poco voy expresando mis frustraciones
mejor. Me interesa todo lo que me rodea. Cuando digo todo es todo, así que prepárate
porque soy un explorador/a nato/a. Me gusta hacer torres con cubos. ¡A veces
llego hasta hacerlas de 6 cubos! Ya puedo manipular las páginas de un libro y
abrir y cerrar cajones.
Qué
necesito: necesito que
estimules mi imaginación y mi vocabulario, así que sigue leyéndome muchos
cuentos. Mantenme a salvo de posibles accidentes porque voy a explorarlo
absolutamente todo, me voy a meter donde nadie se ha metido nunca. ¿Compartir?
¿Qué es eso? Me sigue gustando construir y juntar bloques. También me chifla
disfrazarme, me ayuda a adentrarme en la piel de personajes que me informan
sobre cómo funciona el mundo. Necesito también hacer manualidades, pero
adáptalas a mi edad, pues todavía estoy desarrollando mi psicomotricidad fina.
Dos años
Cómo soy: soy cariñoso/a, afectuoso/a y más receptivo/a
con los demás. Me preocupo y me siento triste cuando noto malestar entre
los/las de mi edad. Me puede incluso gustar agradarte. Ya no te necesito
tan cerca para protegerme, pero no te alejes demasiado tampoco, ¿vale? Tengo
la capacidad de hacer exactamente lo contrario de lo que tú quieres. Puede que
sea poco flexible y que no esté dispuesto/a a esperar o a ceder. Puedo incluso
llegar a ser un “mandón” o una “mandona”. La palabra “yo” es una de mis
favoritas. De hecho, me encanta. Tengo mis miedos, sobre todo a ciertos
sonidos, a la separación, a objetos cotidianos que se mueven o a algunos perros
grandes. Todavía soy incapaz de centrar la atención durante largos periodos de
tiempo.
Qué necesito: necesito continuar explorando el
mundo… el barrio, los parques, la biblioteca, las tiendas, etc. Me gustan mucho
mis rutinas, así que si has de cambiarlas, hazlo despacito. Necesito que veas
lo que hago bien y que me FELICITES por ello. Cuando empiece a decirte “no”,
dame al menos dos opciones más. Necesito que tú tengas el control y que tomes
las decisiones adecuadas cuando yo no puedo. Me suele ir mejor cuando lo has
planeado y pensado con antelación, pues me da seguridad. Sé FIRME (no autoritario/a)
con los límites y las reglas, pero no te pongas nervioso/a ni me grites cuando
las olvido o no estoy de acuerdo con ellas. Házmelo saber de manera CALMADA.
Porfa, ten paciencia porque estoy haciendo todo lo posible para agradarte y
complacerte, aunque no esté actuando de esa manera.
Tres años
Cómo soy : ¡cuidado! ¡Estoy lleno
de energía física! Hago las cosas a mí manera. Mi cerebro es una gran
esponja que lo absorbe todo. Necesito socializar y estar en contacto con
otros/as niños/as de mi edad. Estoy lleno de preguntas, muchas de las cuales
siempre son… “¿y por qué?” Me encanta el juego simbólico donde soy otro/a
personaje y también garabatearlo todo. Empiezo a tener confianza a la hora de
usar el orinal y por la noche puede que me haga pipí o puede que no. Como mejor
aprendo es jugando y probando cosas nuevas. A veces me gusta compartir… Empiezo
a escuchar más y también a entender cómo puedo resolver mis problemas.
Qué necesito: me interesa saber sobre todo, así
como entender las palabras. Si me animas a hacerlo, empezaré a usar más las
palabras en lugar de dar golpes, llorar o empujar. Necesito jugar, cantar y
ponerme en la piel de otros/as a través del juego.
Cuatro años
Cómo soy: estoy en una etapa activa en la que
me pasaría el día corriendo, saltando y escalando. Me encanta preguntar “¿por
qué?" y "¿cómo?" Me interesan los números y el mundo que me
rodea. Disfruto jugando con mis amigos. Me gusta ser creativo con mis dibujos y
que sean diferentes de los de los demás. Tengo curiosidad por saber qué se
siente al dormir en una casa ajena, pero todavía no estoy seguro/a de estar
preparado/a para hacerlo. Es posible que quiera ser como mi hermano/a o primo/a
mayor y sobre todo… ¡me llena de orgullo saber lo MAYOR que soy ahora!
Qué necesito: necesito explorar, probar y poner a
prueba los límites. Éstos me ayudan a comprobar que eres la persona adulta que
necesito para sentirme seguro. Que me des espacio para crecer y explorar no
significa que me tengas que dejar hacerlo todo. Necesito límites razonables que
me protejan a mí y a los demás. Eso sí, hazme saber claramente qué es lo que se
espera y lo que no y cuando sobrepase el límite no te molestes en darme explicaciones
complejas. Sentiré dolor cuando me los recuerdes, pero después me sentiré mucho
más seguro/a, créeme. También necesito que me des opciones e ir aprendiendo las
cosas a mi manera y a mi propio ritmo. No tengas prisa, mi interés se
despertará cuando las necesite y la
necesidad me llevará a aprenderlas. Puedes etiquetar los objetos y ayudarme a
narrar y describir las cosas que me suceden y que siento. Así aprenderé a utilizar
palabras nuevas.
Cinco años
Cómo soy: mi crecimiento se va ralentizando.
Ahora tengo un buen control motor, pero mis músculos más pequeños no están tan
desarrollados como los grandes para poder saltar. Mi nivel de actividad sigue
siendo alto y mi juego tiene una dirección. Me gusta escribir mi nombre,
dibujar, hacer proyectos e ir a la biblioteca. Ahora estoy más interesado/a en
hacer actividades en grupo, compartir cosas y también en mis sentimientos. De
vez en cuando me gusta pasar tiempo tranquilo/a, lejos de los demás niños y
niñas. Puedo estar nervioso/a por empezar el cole.
Qué necesito: necesito que me des la oportunidad
de jugar mucho. Necesito hacer cosas por mí mismo/a. Me gusta poder decidir cómo
mejor aprendo cosas nuevas, pero, sobre todo, necesito tu amor, tu seguridad y
que me recuerdes que soy importante. Necesito tiempo, paciencia, comprensión y
atención, pero que sea de calidad y sincera. Necesito que cuando estés ahí,
cuando juegues conmigo, lo hagas de verdad y no que estés enviando WhatsApps a tus amigos/as o haciendo la
lista de la compra mientras tanto. Puede que te parezca que no, pero sí que me
doy cuenta.
Estoy aprendiendo quién soy y cómo
encajo con los demás, así que necesito saber cómo me está yendo de una manera
positiva. Entiendo más sobre las cosas y cómo funcionan, así que puedes darme
una respuesta más detallada. Tengo una gran imaginación y me encanta actuar y
jugar a ser otro/a. Aunque estoy creciendo y empezando a ser más alto/a, tu regazo
sigue siendo uno de mis lugares favoritos J
Seis años
Cómo soy: cariñoso/a. Me entusiasma la
escuela y casi siempre voy con muchas ganas. Soy egocéntrico/a y puedo llegar a
ser bastante exigente. Ahora me veo como un niño/a grande. Puedo ser
impaciente, queriendo que mis demandas se cumplan YA. Sin embargo, me
puede llevar una eternidad hacer cosas ordinarias del día a día. Ahora me gusta
estar con niños y niñas mayores más que con los/as más pequeños/as. Es muy
probable que tenga a un mejor amigo/a y que
a veces excluyamos a un tercero/a.
Qué necesito: puede que éste sea mi primer año de
cole. Sé que puede ser divertido, pero también da miedo, así que acompáñame en
el proceso. Necesito que me proporciones un lugar seguro. Las rutinas y la
consistencia son muy importantes. No aceptes un límite que no he querido
respetar un día y me corrijas ese mismo comportamiento al día siguiente. Si lo
haces así, me provocarás confusión. Establece y explícame las normas sobre las
rutinas diarias. Necesito que me elogies por lo que estoy haciendo bien.
Ayúdame a organizarme.
Siete años
Cómo soy: suelo ser más callado/a y sensible
con los demás que a los seis años. A veces puedo herir los sentimientos de mis
amigos/as, pero realmente no es mi intención. Todavía no sé gestionar bien mi
dolor. Tiendo a ser más educado/a y agradable a las sugerencias de las personas
adultas. Ahora soy más consciente del trabajo que hago en la escuela y empiezo
a comparar el mío con el de los demás. Quiero que tenga una buena presentación.
Si cometo errores o me equivoco, puedo frustrarme fácilmente.
Qué necesito: necesito contarte mis experiencias y
necesito la atención de otros adultos que me escuchen y entiendan mis
sentimientos. Por favor, no me decepciones ni me digas que no soy capaz de
hacerlo… ¡Ayúdame a aprender de una manera positiva y constructiva! Revisa mis
tareas de lectura y escritura, pero no las hagas por mí. Déjame pasar tiempo
con mis amigos/as y jugar todo lo posible. Ah, y no lo olvides, todavía necesito
abrazos, besos y que me cuentes un cuento antes de irme a dormir.
Ocho años
Cómo soy: mi curiosidad y entusiasmo por
explorar cosas nuevas continúan creciendo. Ahora los/as amigos/as son más
importantes. Disfruto jugando y estando con ellos/as. Puede que el recreo sea
mi "asignatura" favorita. Puede que te siga por la casa solo para
descubrir qué sientes y qué piensas, sobre todo de mí. También estoy empezando
a ser consciente de los adultos como individuos y tengo curiosidad por lo que
hacen en el trabajo. Tanto en casa como en el cole puedo ser de gran ayuda. ¿Me
das alguna responsabilidad y me dejas que te ayude?
Qué necesito: he estado desarrollando el concepto
que tengo de un “yo” independiente, por lo que afirmo mi individualidad y es
probable que esto lleve consigo conflictos. Se espera de mí que me lleve bien
con los demás, que sepa leer, etc. Que sepas que tus expectativas tendrán un
gran impacto en mí, así que cuidado. Necesito que me apoyes y que premies mi
esfuerzo. Solo así cultivarás mi deseo por seguir aprendiendo y mejorando. Explícame
que cada uno/a aprendemos de una manera diferente y que todos/as tenemos
diferentes ritmos. Dime que lo más importante es el esfuerzo y no los
resultados. Y no lo olvides, los niños y niñas de ocho años nos pasamos el día
ocupados, ¡por lo que tenemos mucha hambre!
De los nueve a los trece años
(preadolescencia)
Cómo soy: tengo mucha energía y las
actividades físicas son importantes para mí. Me gusta participar en deportes y
actividades grupales. Me gusta la ropa, la música y mis amigos/as. Me encantan
las mascotas. Empiezan a invitarme a menudo a pasar la noche en casas de
amigos/as. Quiero elegir mi corte de pelo. Creo que mi vida social es más
importante que la escuela. Las niñas solemos ser más altas y pesar más que los
niños. Algunas podemos empezar a mostrar cambios típicos de la pubertad, lo
cual nos confunde y nos cohíbe. Necesito un buen acompañamiento en este
sentido. Me siento poderoso/a e independiente, como si supiera todo lo que hay
que hacer y cómo hacerlo. Puedo pensar por mí mismo/a y quiero ser
independiente. Empiezo a ansiar ser adulto/a.
Qué necesito: necesito que mantengas abiertos los
canales de comunicación estableciendo normas y explicándome las razones, siendo
buen/a oyente y planificando con antelación cualquier cambio en mi horario o
calendario. Acuérdate de que todavía soy un niño/a, así que no esperes que
actúe como una persona adulta. Has de saber que quiero tener un papel activo en
casa y en la escuela, que me gusta ayudar a planificar actividades y que se me
tenga en cuenta a la hora de tomar decisiones. Cuando ya haya cumplido los once
años, es posible que esté listo/a para quedarme solo/a en casa alguna vez y
cuidar de mí mismo/a de vez en cuando. No obstante, todavía necesito tus ánimos
y tu ayuda en algunas tareas.
De los trece a los veinticinco años
(adolescencia)
Cómo soy: soy más independiente que antes,
pero muestro algo de timidez y puede que me muestre cohibido/a o acomplejado/a.
Pienso más como una persona adulta, pero no te confundas, todavía no lo soy,
aunque es cierto que me gusta hablar de problemas en el mundo de las personas
adultas. Me gusta pensar por mí mismo/a, y aunque a menudo estoy confundido/a,
mis opiniones son importantes para mí y quiero que los demás las respeten.
También deseo inventar nuevas formas de hacer las cosas, así como cuestionar
todo lo que me has contado hasta ahora. ¿Por qué tiene que ser así? Por primera
vez sé que sé y muchos temas que para ti son ordinarios a mí me parecen
extraordinarios.
Me estoy alejando de mi familia y de
mis profesores/as y los amigos son más importantes que nunca. Para ganármelos,
a veces actúo de maneras que los adultos no están de acuerdo. Siento una
emoción enorme a hora de pasar por situaciones de riesgo, aunque después suelo
arrepentirme. La aprobación y gratificación que me produce que mis amigos/as
aprueben mi comportamiento hace que merezca la pena. Por ello, todavía necesito
límites y normas razonables establecidas por personas adultas. Por otro lado,
soy más comprensivo/a y cooperativo/a. No necesito que me cuide nadie, puedo
valerme por mí mismo/a u observar a los/as demás.
Qué necesito: necesito saber que mi familia y mis
profesores/as están ahí sin juzgarme y sin importar las veces que me tropiece
en mis intentos de crecer y madurar. No me digas que actúo como un niño/a mayor
o como un adulto/a inmaduro/a porque no soy ninguna de las dos cosas. Soy
adolescente. Crecer es un asunto serio y necesito reírme y jugar mucho para
estar contento/a y mantener el equilibrio. Tengo cambios emocionales y a menudo
percibo miradas y comentarios como posibles amenazas, así que es probable que
esté irascible y reaccione a la primera de cambio. Además, a veces si estoy
cansado/a, enfadado/a o excitado/a puede que tome decisiones no acertadas y me
cueste auto-controlarme. Mi cerebro está madurando. ¡Dame tiempo! Necesito que
entiendas que estoy haciéndolo lo mejor que puedo y que me animes a ver mis
errores como oportunidades de aprendizaje.
Ante todo, no dejes de estar ahí, aunque lo que yo te muestre sea que mis amigos/as son más importantes, necesito saber que sigues siendo la persona adulta que está ahí para protegerme y así poder acabar de desarrollarme de forma segura. Te pido por favor que no te rías ni
hagas bromas sobre mi ropa, mi corte de pelo, mi novio/a, pues tengo el
autoestima muy baja. Estoy configurando mi identidad y descubriendo la
sexualidad. Nunca me había sentido atraído de esta forma por un igual. Estaría
bien que me mostrases las diferentes posibilidades que existen sin hacer
prevalecer ninguna sobre la otra para que, a mi ritmo, pueda expresar y
entender cuál es mi opción. ¡Es muy confuso! También necesito privacidad e
intimidad, así que respeta mi propio espacio.
Si de verdad quieres conectar
conmigo, no me grites, pues prestaré más atención a tu enfado que al contenido
de tus palabras y deja de amenazarme con castigos, así no me motivarás. Será
mucho más fácil que me motives con la perspectiva de una recompensa y si ésta
es social, mucho mejor. Por ello, aprender haciendo un servicio para la
comunidad me hará ver que soy parte de un todo y me producirá una gran
satisfacción. No olvides que estoy buscando mi lugar en el mundo.
Espero que esta entrada os haya sido útil y os ayude a acompañar a los niños, niñas y adolescentes que se topen en vuestra tarea como agentes educativos/as.
Comentarios
Publicar un comentario