El enfoque comunicativo experiencial
El año pasado comencé un curso de formación gratuito (PDP) para profesores de español que, por falta de tiempo, no pude finalizar. En su primer módulo hablaban del enfoque comunicativo experiencial y recuerdo quedarme con ganas de profundizar más en él. La reflexión que viene a continuación viene del artículo de Analí Fernández de Corbachó: Aprender una segunda lengua desde un enfoque comunicativo experiencial, que podéis descargar aquí. Este enfoque resume muy bien el tipo de docente que aspiro a ser, ya que parte del enfoque comunicativo de la enseñanza de lenguas extranjeras, pero en él también cobran gran importancia el componente afectivo y el trabajo cooperativo.
Todo docente de lenguas extranjeras del siglo XXI, sea cual sea la lengua que imparta, conoce el enfoque comunicativo y es consciente de cómo este enfoque fomenta la interacción
y la motivación de nuestro alumnado, así como la reflexión sobre su propio
aprendizaje. No obstante, tal y como se indica en este artículo, cuando no
tenemos en cuenta el componente afectivo, este enfoque puede mostrar algunas
carencias, tales como situaciones en el aula que no son verdaderamente
comunicativas, actividades de poco interés
para los estudiantes debido a que no ven la utilidad de lo que estudian
para su vida o un aprendizaje escasamente significativo y duradero. Estos
ejemplos se ven reflejados en algunas de las actividades que planteamos cuando parecen
fomentar la comunicación, pero luego descubrimos que esta no es real, ya que el
objetivo implícito suele ser la mera práctica de vocabulario o estructuras
vistos en clase, sin existir una verdadera necesidad de comunicación. También
en el hecho de que hay actividades que parecen gustar mucho a nuestros
estudiantes, pero cuando comprobamos semanas más tarde si verdaderamente han
aprendido nos damos cuenta de que no recuerdan prácticamente nada. Por último,
hay actividades que carecen de interés
para ellos porque no encuentran la utilidad de lo que estudian para su
vida real.
Por este motivo, en este artículo se propone
un enfoque comunicativo, pero que sea experiencial, es decir basado en las
experiencias propias de los estudiantes. Está demostrado que cuando conseguimos
conectar con los intereses y el día a día de nuestros alumnos y alumnas es
mucho más fácil hacerles conscientes de cuál es su potencial a la hora de
aprender y de despertar su curiosidad hacia el aprendizaje del español. Para
que esto tenga efecto, debemos ponernos en la piel del estudiante y
preguntarnos: “¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué busco en esta clase de español?”,
así como tener en cuenta cuáles han sido sus experiencias anteriores en el
aprendizaje de lenguas, tanto las positivas como las negativas. Es la única
forma de conectar verdaderamente con su mundo real, de hacer que estén activa y
personalmente implicados en su aprendizaje. Lo ideal sería que al final de cada
clase cada uno haya aprendido algo válido para su vida, para su crecimiento
personal y se sienta válido y orgulloso de sí mismo. Esto resulta muy
beneficioso, ya que se transmite y contagia a todo el grupo. Como podemos
observar, el enfoque comunicativo experiencial no busca solo el desarrollo
intelectual de los estudiantes, sino también el personal.
Con todo, las experiencias por sí solas no son
suficientes, hay que observarlas y analizarlas de manera consciente para ser
capaz de asimilarlas y poder aplicar lo aprendido. Esto quiere decir que, al
igual que en el enfoque comunicativo, la reflexión cobra un papel muy importante
en el enfoque comunicativo experiencial. El estudiante es quien reflexiona en
todo momento sobre su propio aprendizaje. Se trata de un factor clave que ayuda
a procesar la experiencia, es decir, a conectar una experiencia nueva con otras
pasadas. Otro factor que cobra gran
importancia en este enfoque es el trabajo cooperativo. Puesto que una lengua solo tiene sentido en
comunidad, el aprendizaje de la misma es un acto social y, por tanto, no
podemos ignorar la interacción con los demás. Por ello, el docente debe
aprovechar la conexión que la lengua tiene con la vida y con la cultura a la
hora de impartir sus clases. Además, con el trabajo colaborativo surgen
necesidades de comunicación real. Cuando los estudiantes están realizando
actividades en grupos, deben negociar y dialogar como lo harían en su vida
real. Una de nuestras grandes metas como decentes debe ser hacer de nuestros estudiantes aprendices
autónomos, y la autonomía se consigue construyendo juntos y no en competencia
con los compañeros.
Para concluir, me gustaría añadir que todos sabemos que uno de los principales
obstáculos a la hora de aprender una lengua extranjera es el miedo a ponerlas en
práctica, el miedo al ridículo. No obstante, considero que estos serán más fáciles de
superar por parte de los estudiantes si aplicamos un enfoque comunicativo
experiencial, ya que con él se va más allá de lo intelectual y se trabajan
también aspectos personales como el auto concepto, la motivación o la identidad
personal. Estos harán que nuestros estudiantes se conozcan mejor a sí mismos y por lo tanto sean responsables y capaces de gestionar su propio aprendizaje, el cual será más duradero. Como siempre insisto, no debemos olvidar
que la nuestra es una profesión en la que trabajamos con personas, por lo que la
Inteligencia Emocional y el afecto son habilidades con las que debería contar
todo docente.
Ante tal realidad, seria supefluo decir que me ecanta el articulo, que lo comparto, solo indicaros que el artiuculo es real y refleja la verdad sobre la enseñanaza pero la cuestión que me surge es ¿ Cómo superar un sistema docente tradicional e imbuir a los alumnos en la realidad experiencial? ¿ Cómo generarles esa motivación sin que nos crean que los demas profesores estan equivocados y se frusten ?
ResponderEliminarPor favor estoy ahora en esta etapa en tener alumnos a los que intento llevar hasta ahí pero que años de enseñanza tradicional los ha condicionado por lo que ante todo paciencia para correr hay que caminar y tendremos que activar esa motivación necesaria.
Gracias por tu comentario, folmaster. Yo creo que se trata de un proceso de "re-educación". Es probable que al principio a los alumnos les cueste cambiar de paradigma, pero una vez empiecen a sentirse protagonistas de su propio aprendizaje y vean que el aprender depende de ellos mismos, de sus reflexiones, "se engancharán" a esta nueva forma de aprender, te lo aseguro. ¡Suerte!
EliminarYo quisiera saber dónde tomaste dicho curso gratuito
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